Emprender en España sin inversión: el caso de Erasmusu.com

21 comments | in | about Startupea | octubre 28, 2015

Este artículo pertenece a la serie “Startupea”. Espero que sea de ayuda a esos locos a los que les gusta crear cosas de la nada. Si eres uno de ellos, sígueme en Twitter.

7 años en Internet

Algo así como una eternidad. Cuando miro atrás en el tiempo y recuerdo los inicios de Erasmusu.com, allá por el Pleistoceno, lo que más me sorprende es que todavía estemos aquí. Lo visualizo como un árbol de decisiones: cada bifurcación una decisión tomada. Y recordando lo ilusos que éramos cuando comenzamos, me cuesta creer que hayamos conseguido recorrer ese árbol por un camino que no llevara a la más completa y humillante de las extinciones.

Y lo peor es que no tengo una receta milagrosa esculpida en piedra. Nada que os asegure el éxito de vuestro proyecto. Ningún mantra que hayamos repetido hasta quedarnos roncos, ningún atajo, ninguna fórmula secreta. No tengo nada que pueda venderos en un curso online Social Media Gromenawer y hacerme de oro… me encantaría decir que Erasmusu.com ha funcionado porque somos super listos y hacemos las cosas siempre bien. Pero la verdad es que la sensación que tenemos es la de una larguísima sucesión de problemas que nos iban dando en la cara con todas sus fuerzas y conseguíamos resolver o sortear por pura cabezonería y algo de suerte.

También me gustaría poder decir que durante todo este tiempo no hemos recurrido a inversión porque somos fans de crecer lentamente de manera orgánica, aquí, desde Murcia con amor. Pero os estaría engañando. No es que nos hayamos matado a buscar inversión, pero sí que la hemos tanteado y por un motivo u otro nunca ha cuajado. Pero aún sin ella, hemos «tirao pa’ lante».

Recuerdo al menos tres veces en las que Erasmusu estuvo a punto de irse a pique. El más mínimo aleteo de mariposa habría inclinado la balanza hacia uno u otro lado. Cuando hablo con otros que llevan tiempo en las trincheras y han conseguido hacer funcionar sus proyectos, al preguntarles cómo lo han conseguido lo usual son comentarios del tipo: «esto ha salido bien medio de milagro, no sé ni cómo he llegado aquí». Así que si algún gurú os intenta vender el curso definitivo para que vuestra «startup» funcione, huid como alma que lleva al diablo. Y si estás en paro y un político os comenta que la solución es que te metas a emprendedor… piénsatelo bien, pero que muy bien. Yo solo emprendería (de tanto que han violado esta palabra en los medios me suena hasta mal) si realmente imaginarme haciendo cualquier otra cosa me hiciese menos feliz que meterme a montar algo por mi cuenta y riesgo.

Durante todo este tiempo en Erasmusu, hemos hecho muchas cosas mal, muchísimas. Pero algunas habremos hecho bien si aún seguimos coleando. Mi idea con este post es contaros algunas de ellas. Daros una visión de lo que ha supuesto para nosotros este tiempo, de los palos que nos hemos llevado y de los éxitos que hemos celebrado como agua de mayo. Compartiré incluso algunas gráficas, que quedan siempre muy molonas y dan un toque startupero.

Si estás empezando, igual te es útil. Ponte cómodo y ve por palomitas, que esto va para largo 🙂

1) Primeros años: Los ilusos en pañales (2008 a 2011)

Una idea de una web de Erasmus

Verano de 2008. Murcia, 40 grados a la sombra. Emilio y yo sentados en el comedor en casa de mis padres. Un boli sobre la mesa evita que el ventilador saque volando dos hojas con esquemas y garabatos. He quedado con Emilio, amigo desde el instituto, para convencerle de juntarnos con dos gallegos que he conocido en un foro de Internet y montar algo los cuatro juntos. Crear algo grande de la nada, lo que fuera pero que molara. Es decir, pillar cualquier idea que sonara medio bien, dejar nuestros respectivos curros y montar una empresa con dos cuasi desconocidos de la otra punta de España con los que trabajar a distancia.

Sí, así de chalados estábamos.

Entre varias ideas descabelladas que llevaba en mis hojas una resalta un poco más que las demás: hacer una red social para Erasmus. En 2006 había estado en Polonia de Erasmus y recordaba, en la medida que me lo permitían las neuronas quemadas por el vodka, haber ido más perdido que carracuca, sin ninguna web de referencia que me ayudara.

La idea se resumía en algo así: «Como Tuenti, pero para Erasmus y con información sobre todos los destinos y temas de alojamiento«. Por aquel entonces las redes sociales eran como ahora los SaaS y como hace poco fue el Cloud: El Dorado. Facebook, Tuenti, Orkut, MySpace… si montabas una red social fijo que inmediatamente se abrían los cielos y te caían encima una lluvia de doblones de oro.


Emilio y yo en la habitación de la plancha de su madre (a falta de garaje). Estuvimos poco aquí, luego remoto.

¿Modelo de negocio? ¡Bah! Cuando tengamos tráfico fijo que será fácil sacar dinero con publicidad o cualquier cosa que compren los Erasmus. ¡Está chupao! Lo difícil va a ser la escalabilidad, fijo que necesitamos 3 o 4 servidores distribuídos, memcached a tope, un condensador de fluzo… ¡vamos a vernos una cuantas charlas para ver cómo lo han montado los de Facebook!

Esa era nuestra forma de pensar y no podíamos estar más locos y equivocados:

  • Encontrar una forma de ganar dinero con Erasmusu nos costó más de 3 años y no empezó realmente a funcionar hasta el cuarto año.
  • La escalabilidad, creciendo al ritmo que crecimos, nunca fue el principal cuello de botella. Sí que es verdad que Emilio ha tenido siempre un especial cuidado en hacer un buen diseño de base de datos, balancear bien la carga y adelantarse a los posibles problemas. Pero desde luego, no nos hemos enfrentado a locuras tipo Facebook como nos imaginábamos en nuestros sueños húmedos. Para los curiosos, utilizamos tecnología de hace siglos: Linux, Nginx, MySQL, PHP, jQuery, Redis, Memcached, SVN… ni siquiera usamos Git todavía (aunque ya urge cambiar). Y algunos servicios como Amazon S3 y CloudFront.
  • Basar tu modelo de negocio en publicidad seguramente sea un suicidio. A no ser que seas Facebook, Google, Twitter… lo vas a tener chungo. Ni siquiera redes de blogs con más de 20 millones de páginas vistas pueden realmente ganar dinero en condiciones con publicidad.

No hacer pacto de socios: típico error que sale caro

Como buenos ilusos en pañales que éramos, por supuesto, cuando finalmente nos lanzamos a la piscina Emilio, Adrián, Iván y yo; constituimos la empresa y no firmamos un pacto de socios. Y no os imagináis el calvario que supuso en años posteriores no hacer las cosas bien en su momento.

Es además un error muy típico. Casi nadie que monta una empresa por primera vez cae en algo tan básico al estar cegado por la ilusión y el compañerismo de los primeros momentos. Es algo así como casarse y no hacer separación de bienes: hay quien opina que queda feo hacerlo, pero puede ahorrarte unos madres mías “que pa’ qué” si la cosa sale mal al cabo de los años. Por favor, no cometas tú este error.

Hay una serie de preguntas básicas que todo pacto de socios debería responder:

  • ¿Qué pasa si un socio se quiere ir de la empresa porque se cansa, quiere cambiar de trabajo o cualquier otro motivo?
  • ¿Cuánto va a aportar cada uno en tiempo y qué pasa si no lo hace?
  • ¿Quién toma las decisiones? En caso de que haya votaciones, ¿qué pasa en caso de empate?

Algunas formas de solucionarlas:

  • Vesting a X años: si un socio decide marcharse antes del tiempo marcado, el resto de socios podrá recomprarle su parte a una cantidad simbólica. Es una forma de proteger la empresa frente al individualismo. Esto te evitará la situación de que cuando uno de tus socios abandone el proyecto (y eres un iluso si piensas que eso no va a ocurrir) los que queden dentro remando puedan recuperar ese porcentaje. De hecho, te recomiendo un vesting a mínimo 5 años. ¿Estás dispuesto a montar algo con alguien que no se comprometa a dedicarle mínimo 5 años? Yo no.
  • Cantidad de trabajo que va a aportar cada uno bien definida: que quede claro y que alguien pueda tomar decisiones sobre qué ocurre si un socio deja de arrimar el hombro.
  • Cómo se toman las decisiones y qué pasa en caso de empate: no os imagináis la de broncas que se pueden liar cuando hay bloqueos en las decisiones y empates en votaciones. Por ejemplo, se puede solucionar dejando claro quién tomará la responsabilidad última sobre una cuestión en caso de empate y de esta forma evitar discusiones interminables.

Realmente, da igual si la jerarquía en vuestra empresa es vertical, horizontal o hace el pino puente; da igual si una persona toma todas las decisiones o lo hacéis por comité; da igual si decidís que los miércoles es El Día de La Marmota y no se curra: el caso es que quede claro, acordado y firmado por todos desde el principio… y «desde el principio» significa antes de que eches ni siquiera una hora en el proyecto. Si no, será lo típico que irás dejando para más adelante, ¡error!

Un pacto de socios puede ser tan complicado como quieras. Mi opinión es que cuanto más completo sea, mejor. Incluso que responda preguntas como: ¿qué pasa si uno de los socios fallece? ¿permitimos o no permitimos meter familiares y amigos en la empresa? Etc.

Optimismo desmedido: nuestra gasolina

Volviendo a la historia, íbamos como drogados:

  • Con mucha ilusión y poca cabeza, en verano de 2008 diseñé en esquemas la primera versión de Erasmusu.com. En vez de meter lo mínimo necesario, añadí todo lo que se me ocurrió y mucho más, complicando todo innecesariamente.
  • Sin pacto de socios ni nada que nos protegiera, constituímos la empresa en Enero 2009.
  • Nos dejamos nuestros respectivos curros y nos pusimos a tiempo completo.
  • Trabajábamos cada uno desde su casa. De hecho, así estuvimos durante 4 años y medio, excepto en contadas ocasiones en las que nos reuníamos los cuatro y el trabajo avanzaba enormemente. Trabajar en remoto tiene sus pros, pero también muchos contras.

Lanzamiento en Marzo 2009

Tras seis meses currando a destajo (sobre todo Iván y Adrián) conseguimos sacar la primera versión de Erasmusu.com. Un pequeño monstruo. Funcionaba bajo invitación y todo el contenido era privado (tiro en la cabeza para el SEO).

Desde el primer día tuvo relativa buena acogida, pero desde luego no como en la película de The Social Network. Tampoco escribíamos ecuaciones en las ventanas ni íbamos a fiestas en clubes privados. El sueño de El Dorado se evaporó y quedó la realidad. Pero al menos, sin prisa pero sin pausa fue creciendo el número de usuarios.

La versión inicial tenía una complejidad enorme y la mayoría de secciones no las utilizaba nadie. Tenía hasta etiquetado de fotos estilo Facebook. Así lucía:

Erasmusu aún pasaría por dos rediseños completos hasta llegar a su estado actual. Que por cierto, también se ha quedado ya bastante anticuado.

Lo que si veíamos claro es que la idea gustaba: había una necesidad que estábamos cubriendo que era la de encontrar información sobre tu destino Erasmus, alojamiento, futuros compañeros en el destino, etc… los estudiantes usaban la web, la recomendaba y poco a poco se iba haciendo conocida.

Pero todo muchísimo más lento de lo esperado. Y además, no teníamos ni idea de cómo ganar dinero con ello.

Esto no da ni un duro, ¿y ahora qué?

¡Bienvenido al mundo de la consultoría y el diseño web! Erasmusu no daba un duro: ni tenía suficiente tráfico, ni teníamos claras las ideas de cómo ganar dinero con ella. Si hubiera crecido más rápido, igual hubiéramos captado inversión, pero no era el caso.

Así que no quedó más remedio que dedicar la mayor parte del tiempo a trabajar para terceros. Hacíamos webs, diseño de logotipos, aplicaciones, diseño 3D, consultoría… lo que hiciera falta.

Erasmusu, solo en ratos libres

Y así, en ratos libres, seguíamos iterando y mejorando Erasmusu y cuidando su comunidad, que a fin de cuentas ha sido y sigue siendo lo más importante.

Me siento un viejuno cuando recuerdo estos días. Por esta época aún nadie había pronunciado en voz alta palabros de moda (algunas incluso ya pasaron) como «social media», «lean startup», «bootstrapping», «community manager», «hype», «guerrilla marketing», etc. Nos hacía mucha gracia cuando un nuevo término surgía y se ponía de moda en plan: « Anda mira, ahora a lo de echarle morro para conseguir tráfico por la patilla lo llaman «growth hacking», tócate los… » O bien: « Pues sabes que a lo de llevar la cuenta de Twitter y Facebook le han puesto nombre: Community Manager. Y mira, este tipo se está haciendo de oro dando cursos de eso… ¡ja! »

La verdad es que nosotros todas esas disciplinas las aprendimos como el resto de cosas: a golpes.

Los primeros competidores: Erasmoos y Erasm.us

Antes incluso de que lanzáramos Erasmusu, cuando estábamos a mitad de desarrollo, a alguien se le ocurrió la misma idea.

Erasmoos salió unos 4 meses antes que nosotros. Una red social para estudiantes internacionales. Y un año después de que ambos lleváramos ya un tiempo compitiendo, apareció otra portal del estilo: Erasm.us

Todo el mundo tiene competencia. Hay que acostumbrarse y aprender a convivir con ella. Vigilarla, pero no obsesionarse. Estar en contacto, pero no revelar tu planificación. Aprender de sus éxitos para replicarlos y evitar caer donde ellos fracasen.

De todas formas, las ideas no valen nada, lo importante es cómo ejecutas dicha idea… y las pequeñas ideas que llevas a cabo o descartas cada día. Tan importante es saber qué hacer, como saber qué no hacer.


Imagina si te pagaran por las ideas 😀

La idea de un «portal para los Erasmus» se le habría podido ocurrir a cualquiera. No era para nada innovadora, ni un reto tecnológico. Pero las diferencias en cuanto a cómo hicimos las cosas que estaban bajo nuestro control, así como las externas que escapaban a nuestro control, fueron favorables para nosotros. De hecho, a día de hoy, tanto Erasmoos como Erasm.us han pasado en total o en su mayor parte a integrarse con Erasmusu.

Pero eso no quiere decir que no sigamos teniendo competidores, de hecho tenemos muchos. Menos mal, porque si no tuviéramos competidores significaría que estamos en un mercado que no da ni un duro. Nuestra competencia hoy en día está más enfocada en el entorno de los alojamientos para estudiantes, donde no dejan de surgir más y más clones de Airbnb «para larga estancia».

2) Mitad del camino (2011 a 2014)

¡A por todas! Pasamos a tiempo completo en Erasmusu

Llegó un momento en que perdimos completamente el rumbo. Se nos había olvidado por qué nos habíamos juntado. No habíamos dejado nuestros antiguos trabajos para hacer consultoría web… la idea original había sido crear algo de lo que sentirnos orgullosos.

Pero hacía ya meses que no hacíamos otra cosa más que proyectos para terceros, sin dedicar apenas tiempo a Erasmusu. Y encima por menos dinero del que ganábamos antes de dejar nuestros trabajos. No tenía sentido.

Tras una reunión que recuerdo como si fuera ayer, decidimos dar el todo por el todo: ponernos a tiempo completo con Erasmusu y no aceptar ningún trabajo más. Si conseguíamos hacerlo funcionar, bien, si no, lo abandonaríamos.

Todo o nada.

Nos pusimos las pilas. Durante un mes, rediseñé Erasmusu en esquemas desde cero. Saqué la tijera y simplifiqué, homogeneicé, mejoré… todo lo que pude y más. Iba con mi libreta de proyecto a todos lados, me acostaba pensando en un problema y me levantaba dándole vueltas a su solución. También repensé la web desde el punto de vista del SEO, para dárselo más mascado a Google. Adrián pilló todos mis esquemas (utilicé Balsamiq), experiencia de usuario y especificaciones (usamos Google Docs) y trabajó en el UI y la parte visual a destajo. Iván y Emilio se hicieron cargo una vez más de toda la parte técnica, diseñada de forma que la página pudiera crecer de verdad.

Durante 7 meses, más tiempo del que costó desarrollar la primera versión de Erasmusu, trabajamos a tiempo completo en «El Rediseño». Quedábamos los 4 en Galicia y nos pegábamos unos atracones de trabajo de cuidado. Emilio y yo dormíamos en una cama hinchable que cada día amanecía pinchada. Y por la noche nos reventaban los mosquitos, la técnica era cubrirnos bien y echar a suertes quién sacaba un pie por debajo de las sábanas en modo sacrificio. ¡Era la guerra!


Algunos esquemas molones de «El Rediseño»

El resultado tras «El Rediseño» se parece bastante a cómo luce Erasmusu hoy en día. Sí, se ha quedado visualmente obsoleto, pero es fácil de usar y cada cosa está más o menos dónde esperas que esté. Internamente es robusta y nos permite seguir creciendo a buen ritmo. Nos sentimos orgullosos viendo que aún hoy en día aguanta el tipo bastante bien.

Pero la presión durante esos meses fue realmente fuerte y hubo momentos insostenibles entre los miembros del equipo. Y se llegó a lo inevitable, las primeras bajas.

Adiós a dos compañeros: Adri e Iván se bajan de la montaña rusa

Emprender es una montaña rusa. Sobre todo al principio, cuando aún no has pillado el fondo de maratoniano. Hay momentos de subidón y momentos de depresión. Y a veces el elástico se estira demasiado y simplemente se rompe.

A mitad del rediseño (pero habiendo acabado la parte visual), Adrián, tras dos años y medio del lanzamiento de Erasmusu, comentó que le había salido una oportunidad en IdeaUp y abandonó el proyecto.

Aparte de las ganas de cambiar de aires, la oportunidad laboral y que Erasmusu no estaba dando ni un duro; también influyó las constantes discusiones y bloqueos que teníamos él y yo. Al no haber definido desde el principio dónde empezaba la parte de uno (experiencia de usuario) y de otro (diseño visual) los diálogos en plan: «ese botón te lo he dibujado en el esquema aquí y tu lo has puesto aquí» se hacían interminables. Y todo esto es algo que realmente se podría haber evitado. El problema fue que desde el inicio no se definió bien una jerarquía en el equipo que nos sacara de posibles bloqueos. Al estar todos al mismo nivel en cuanto a tomar decisiones, cada uno al 25%, no había “jefes de proyecto” reales que tuvieran la última palabra en caso de bloqueo en una discusión.

Más tarde Adrián pasaría por empresas como Tuenti, FeverUp, su propio estudio de diseño y actualmente Microsoft. El tiempo suaviza las cosas y cuando recordamos nuestras discusiones siempre me comenta que no han sido nada en comparación con lo que ha ido viendo por ahí. Parece que «en tos laos cuecen habas».

Tras la partida de Adrián, Iván, el principal desarrollador, estuvo un año más con nosotros dando el callo y no salió del proyecto hasta pasados 3 años y medio de su lanzamiento. La cantidad de trabajo que sacó adelante durante esos años fue brutal. Pero había pasado ya mucho tiempo… y Erasmusu aún no daba dinero. Esto, unido a trabajar siempre en remoto y con las misma tecnología (a Iván le encanta probar cosas nuevas) hizo que le tentara una oferta de trabajo y decidiera aceptarla. Desde su partida lleva años trabajando en SocialBro.


Adrián, Iván y Emilio, revisando alguna sección de «El Rediseño»

Quedamos Emilio y yo. Adrián e Iván continuaron, en la medida de lo posible, ayudando en horas libres pagadas. Pero lógicamente con el tiempo fue poco a poco a menos hasta que dejaron de aportar trabajo a Erasmusu.

Durante la vida de un proyecto es más que normal que algunos socios quieran desvincularse de él, por el motivo que sea. Aquí es donde un pacto de socios habría ayudado enormemente a la empresa y nos habría permitido recuperar todo o parte del porcentaje. O quizás, con un vesting pactado, lo hubieran repensado y decidido seguir adelante.

Pero sin un pacto de socios al que recurrir, un 50% de la empresa quedó desvinculado. La sensación de estar trabajando en una empresa cuyo 50% ya no rinde llega a ser en ocasiones desilusionante. Además, nos bloqueaba en cuanto a buscar inversión, porque cuando la tanteábamos lógicamente nos comentaban que no iban a invertir en una empresa cuya mitad del accionariado estaba desvinculado.

Es más, llegó a debatirse el tema de poner «un fijo». Un pago mensual para todos, trabajásemos o no, simplemente por tener porcentaje de la empresa. A esto me negué en rotundo y lo luché a muerte por parecerme un completo disparate. Es decir, Erasmusu no estaba dando ni para que tuviéramos sueldos los que quedaran en el barco… ¿e íbamos a dar «un fijo»? ¡Antes la muerte por Macumba! Me parecía algo absurdo dado que no premiaba el continuar arrimando el hombro, sino todo lo contrario.

Lo que finalmente hicimos fue comenzar a pagar los sueldos según las horas invertidas por cada uno. Todos al mismo precio y confiando en que mediríamos esas horas (utilizamos SlimTimer) de forma correcta. Los cuatro seremos más o menos cabezones, pero lo que sí somos es honestos, así que el tema de medir las horas trabajadas funcionó muy bien. Fue un aciertazo: de esta forma se premiaba a aquellos que querían aportar más horas al proyecto.

Erasmusu peligra. Si Emilio se va, esto se acaba

Erasmusu ya había peligrado cuando tuvimos que decidir si ponernos a tiempo completo con él o no. Y también cuando Adrián se marchó e Iván comentó que empezaría a buscar ofertas de trabajo y saldría si le salía algo interesante como así fue.

Pero la vez que más cerca hemos estado de cerrar el chiringuito fue cuando Emilio, cansado de trabajar a distancia, de la partida de Adrián y de la futura partida de Iván… echó una oferta de trabajo para Softonic.

Si me quedaba solo, lógicamente no iba a tener ánimos para seguir. Faltó poco, pero por suerte cogieron a otro. Vaya FAIL, ¡no saben la máquina que se perdieron!

Pero, no me sonrojo al decirlo, lo siento Emilio: ¡ahora estás mucho mejor, hombre! 🙂

Los primeros ingresos

Había faltado poco, pero Emilio se había venido arriba y ahora estaba incluso con más ganas que yo de dar el todo por el todo.

Además, estábamos empezando a ganar por fin algo de dinero:

  • Por un lado, Mirey, encargada del marketing y alegría de la huerta en Erasmusu, conseguía sacar cada vez más trabajo adelante. Coordinaba todas las campañas de publicidad, conseguía nuevos clientes gracias a su simpatía y forma de explicar y convencer, les ayudaba en todo lo que necesitaban, etc. ¡Y los clientes repetían tras terminar sus primeras campañas! Mirey fue nuestro primer fichaje y aún tras 4 años con nosotros no deja de sorprenderme la de recursos que se saca de la manga para sacar todo adelante. Con el tiempo, han pasado por Erasmusu clientes bastante tochos como Microsoft, Adobe, Correos o BlaBlaCar.
  • Por otro lado, parecía que el tema de los alojamientos era una necesidad por la que los propietarios y estudiantes estaban dispuestos a pagar bajo un modelo de clasificados si les dábamos un buen servicio. Poner a unos en comunicación con otros, «tan sencillo» como eso. Ayudar a los estudiantes a encontrar los mejores alojamientos posibles y a los propietarios a los mejores inquilinos posibles.

Emilio propuso que alquiláramos una oficina en Murcia (en la que aún seguimos a día de hoy, por cierto) y que por fin dejáramos de trabajar en remoto. ¡Después de 4 años y medio íbamos a tener un espacio de trabajo de verdad!

Así que, una vez más, tomamos el toro por los cuernos:

  • Emilio comenzó a llevar toda la parte técnica. Vamos, un Full Stack Developer como la copa de un pino.
  • Contratamos a una persona más, Cristina, para llevar todo el mantenimiento, comunicación, gestión de las redes sociales, etc. Después de dos años y medio con nosotros, Cristina ha desarrollado una velocidad para moderar Erasmusu, responder a las dudas de todos los que escriben y ayudar en lo que pueda que nos deja con la boca abierta.
  • Definimos una planificación en el tiempo muy enfocada al sector de los alojamientos y nos pusimos manos a la obra.

3) Actualidad (2014 a octubre de 2015)

Alojamientos: de pronto todos quieren ser el Airbnb de los estudiantes

Tras años estando prácticamente solos en el tema de alojamiento para estudiantes (más allá de EasyPiso y nosotros poco había). En 2014 empezaron a surgir como setas empresas que querían constituirse en el Airbnb de las estancias largas, y que por lo tanto tenían un target claro entre los estudiantes internacionales: Student.com, Nestpick, Beroomers, Spotahome, Uniplaces, etc. A golpe de inversión, comenzaron una batalla épica que continúa a día de hoy. Por muy grande que sea el mercado, veo complicado que todas ellas puedan subsistir en los próximos 5 años.

Nosotros ya teníamos lo más difícil: el tráfico. Así que «solo» quedaba enfocarse más aún en el tema de los alojamientos y empezar a funcionar bajo un modelo transaccional tipo Airbnb en vez de un modelo de clasificados. A ello nos pusimos y en ello estamos. Hizo falta aprender a delegar y aumentar el equipo aún más:

  • Se unió al equipo un desarrollador más, Juanfran, que a día de hoy junto con Emilio saca adelante toda la programación de la web (cuando algún competidor que tiene un equipo de 20 desarrolladores nos pregunta cuántos tenemos nosotros, lo flipa).
  • Y más recientemente Blanca, que ayuda tanto a los propietarios como a los estudiantes durante todo el proceso de la reserva, estancia, etc. Con infinita paciencia 🙂

Por otra parte, actualmente (octubre 2015) solo el 7% de nuestros alojamientos funcionan bajo el modelo transaccional (el resto bajo el modelo de clasificados original). Pero los pocos que hay van de maravilla. ¿Por qué tan pocos de momento? Porque somos perros viejos y nos gusta hacer las cosas con cuidado: aprendiendo, iterando, mejorando y automatizando. Cuando estemos listos, daremos el siguiente paso.

En busca de las participaciones «perdidas»

Llegó un momento en que nos fue necesario recuperar el 50% que había quedado en los dos socios ya desvinculados del proyecto, Iván y Adrián. Los motivos eran diversos:

  • Por un lado, los pocos inversores con los que hablábamos, no querían saber nada de nosotros hasta que el 100% estuviera en manos de los socios trabajadores.
  • Por otro lado, era desilusionante aportar valor cada día en hacer crecer un proyecto que no era enteramente nuestro.

No voy a ahondar en todas las deliberaciones y el tiempo (más de un año) que nos llevó ponernos de acuerdo. Emails interminables, reuniones estresantes, bastantes cabreos y mal dormir. Los cuatro lo pasamos mal, quieras que no, habíamos compartido en el pasado muchas cosas juntos y estos temas eran condenadamente feos de tratar y cada uno tenía un punto de vista tangencialmente opuesto. No había que olvidarse que habían estado presentes en los primeros años, sin Iván y Adrián Erasmusu no habría sido posible. Pero tampoco podíamos seguir así Emilio y yo porque ya habían pasado 3 años desde su partida.

Finalmente y por fortuna, conseguimos llegar a un acuerdo. La verdad, pienso que nos salió caro en comparación a si hubiéramos hecho bien las cosas al empezar o solucionado los problemas a su debido tiempo. Pero al menos, ellos consiguieron lo que buscaban y nosotros volvimos a ser dueños del monstruito que habíamos alimentado día tras día.


Firmando ante notario nuestro acuerdo de venta de participaciones

Igual me paso de pesado, pero… ¡recuerda hacer un pacto de socios! Si hubiéramos acordado y tenido las cosas claras desde el principio nos habríamos ahorrado los cuatro este mal trago.

Integramos Erasmoos y Erasm.us

Con el tiempo, nuestros competidores en cuanto a portales para Erasmus, fueron perdiendo fuelle. No consiguieron generar el tráfico ni el dinero necesarios. O bien el resto de cosas que escapaban a su control (familia, entorno, la vida, etc.) no fueron propicios.

Los fundadores de estos portales habían comenzado a trabajar en otros proyectos y ya no podían ni querían dedicar más tiempo a sus comunidades. Pero nosotros aún seguíamos remando. Una vez más, me gustaría sacar pecho y poder decir que «adquirimos» estas empresas. Pero realmente fue más bien una integración bajo un precio simbólico. Poco más que costear el tiempo que tendrían que dedicarle a pasarnos la batuta.

Tanteos en inversión

Erasmusu ha funcionado siempre en «break-even», es decir, como el bar de la esquina: algo tan sencillo como tener mayores ingresos que gastos. Nunca hemos recibido inversión. Ni tampoco un préstamo. No debemos nada a nadie. Bueno sí, a nuestros padres por aguantarnos en casa los primeros años 🙂

Claro está, con inversión, iríamos mucho más rápidos. Sobre todo ahora que llevamos 7 años afilando las puntas de todos los procesos y somos un negocio rentable.

Iñaki Arrola me dijo una vez que los emprendedores éramos los reyes, que los inversores eran los que iban detrás de los buenos proyectos. Y que si un proyecto era bueno, levantando el teléfono y llamando a dos o tres inversores, sería suficiente para recibir dinero cuando quisiera.

Yo no lo veo tan fácil, la verdad. Para recibir inversión, hay que salir a buscarla. Saber venderse. Hay gente que es condenadamente buena en eso. La verdad es que en los últimos años la inversión llueve a nuestro alrededor entre nuestros competidores, incluso se habla de «burbuja». Ellos sí que salen a buscar inversión a tiempo completo… y queman el dinero como si fuera queroseno.

A otros, no se nos da tan bien, o nos preocupa tener que dedicarle tanto tiempo a esa búsqueda, porque… ¿quién queda en la tienda para vender mientras tanto? 🙂

Buscar inversión consume una cantidad de tiempo, concentración y recursos considerable. Además, hay que saber moverse en ciertos circuitos y eventos, darte a conocer, hacer contactos… y nosotros hemos sido siempre muy de estar en la cueva picando piedra y poco de salir a saraos.

Así que cuando hemos tanteado inversión, por muy buenas métricas que mostráramos, siempre ha sido un poco en plan: «¿de qué palo van estos de Murcia que nadie me ha presentado y no sé ni quiénes son?». Eso cuando conseguíamos que un inversor respondiera nuestros emails o llamadas. Con algunos fondos como Bonsai o Kibo fue literalmente imposible captar su atención. Ni un minuto para presentarles el proyecto siquiera. La carga de trabajo que tienen ciertos fondos es tal que es que no van a tener tiempo ni para darte un «no». Ni siquiera para decirte «no tengo tiempo» o responderte. De hecho, conseguir que un inversor te diga «no», es tan difícil o más a que te diga «sí» dado que no les gusta cerrarse ninguna puerta.

Además, el «no eres tú, soy yo» se aplica aquí a la perfección. Puedes tener un proyectazo, pero si contactas a un fondo en un período en el que lleva demasiada carga de trabajo o no tiene fondos en ese momento, lo único que conseguirás es que te den largas.

Funcionar en break-even deja descolocados a los inversores

Además, a veces es complicado recibir inversión incluso aunque te vaya de perlas. Por raro que parezca, funcionar en break-even (mayores ingresos que gastos) puede ser malo para que entre inversión si previamente nunca recibiste.

Lo ilustro con una gráfica (es solo un ejemplo, no se corresponde con datos reales). En azul, Erasmusu, creciendo en tráfico orgánicamente: lento, pero seguro. Con mayores ingresos que gastos. En rojo, un competidor, creciendo en tráfico con inversión, más rápido pero quizás simplemente creando un negocio no sostenible, quemando por ejemplo 5M de euros para ganar 1M y sin dar beneficios… quizás una burbuja que estallará en el futuro. Por desgracia, un inversor puede no ir más allá al mirar esas dos gráficas y decirse: «Estos de rojo tienen más tracción (les encanta esa palabra), hay que seguir metiendo ahí».

Y cuesta hacerles entender que teniendo ya una base sólida, con tráfico orgánico y un negocio rentable, si sumamos la inversión deberían cambiar las tornas a algo así:

Pero a veces es una batalla perdida (nos ha pasado), convencerlos de algo que parece tan lógico.

Pero bueno, tampoco hay que obsesionarse si todos a tu alrededor levantan dinero. No siempre es el mejor camino. Hay veces en que las rondas de inversión de una startup se convierten en una huída hacia adelante… hasta que el burnout rate se hace insostenible, no se consigue la siguiente ronda y estalla la burbuja de dicha empresa. Estas cosas pasan, incluso aunque levantes 300M.

En fin, a llorar al muro. Si esperas que los inversores vengan a por ti, ya puedes esperar sentado… No ha sido hasta que nos hemos movido un poco cuando hemos empezado a captar la atención de algunos inversores inteligentes. Si entra inversión, genial. Y si no, a seguir desde las trincheras, con lo puesto, presentando batalla.

Erasmusu en números

¿Y todo este tiempo ha valido la pena? ¡Desde luego que sí! Volvería a pasar por todo ello sin pensármelo dos veces.

Además, ahora es cuando empezamos por fin a ver el fruto de tanto esfuerzo. Desde que lanzamos Erasmusu, hemos tenido clientes de más de 147 países distintos, más de 12 millones de usuarios la han visitado y han creado cerca de 1 millón de contenidos entre experiencias, blogs, anuncios, mensajes, etc. Veamos algunos números de Erasmusu, de los de verdad, nada de vanity metrics 🙂

Usuarios registrados por año:

Registrados acumulados (a finales de 2015 serán más de 300.000):

Visitas (sesiones) por año:

Pero lo más importante y de lo que más orgullosos estamos es todo el contenido que ha ido aportando la comunidad. Para que te hagas una idea, en cuanto a número de palabras escritas en experiencias, blogs, lugares, etc, Erasmusu es equivalente al:

  • 1,72% de la Wikipedia Inglesa
  • 4,72% de la Wikipedia Española
  • 90% de la Enciclopedia Británica

Sobre nuestro futuro, aún queda muchísimo por hacer y lo mejor está, esperemos, por llegar. Pronto entrarán en el equipo 3 personas más, ¡la familia crece! Seguiremos enfocándonos en el tema del alojamiento, con la idea de llegar a muchos más estudiantes y propietarios. Y no solo en Europa… pero esa es otra historia que aún hay que construir.

Conclusión y consejos

Es difícil sacar un proyecto adelante y más aún sin inversión. Lo normal es naufragar por el camino. Pero se puede conseguir. Algunos consejos:

  • Lánzate solo si estás muy seguro de que es lo que realmente quieres. Si no te imaginas más feliz haciendo otra cosa. Tu gasolina inicial va a ser el optimismo: asegúrate de tener el depósito lleno.
  • Recuerda que sobre todo al principio, la motivación es una montaña rusa: va y viene con mucha facilidad.
  • Intenta conseguir un ritmo constante, piensa en esto como una maratón de 5 o 10 años. ¡No te quemes por el camino!
  • Ya que la probabilidad de fracasar es muy alta, al menos disfruta el camino. Celebra cada pequeño éxito.
  • Creo que lo de que las startups no mueren por asesinato sino por suicido, es cierto en la mayoría de los casos. La competencia no va a matarte, de hecho, puedes aprender mucho de sus aciertos. Vigila más bien el no tropezar con tus propias cordoneras.
  • Empieza tu producto o servicio por lo mínimo. El archiconocido producto mínimo viable. No compliques las cosas innecesariamente. Es mejor iterar y mejorar posteriormente en base a cómo utilice la gente tu producto y en lo que aprendas en cada iteración.
  • Ten por seguro que algunas de las personas con las que comiences (o tú mismo), quedarán por el camino. No olvides el pacto de socios y un vesting a mínimo 3 o 5 años.
  • Aprende a delegar cuanto antes. Es de las cosas más complicadas de dominar. Exige paciencia a la hora de formar, documentar bien y saber buscar a las personas adecuadas. Un par de artículos interesantes sobre el tema: este y este.
  • Automatiza todos los procesos tanto como puedas. Pero no de primeras, empieza llevando las cosas de forma manual, aprende cómo funcionan y cuando realmente las conozcas (y si realmente funcionan y son utilizadas), automatízalas. Pero no antes.
  • En caso de agobio, consulte las tiras cómicas de xkcd y Mick Stevens.

Motivation

Y por último, mantén una planificación en el tiempo y piensa a la larga. Pero márcate también constantes pequeñas metas. El SCRUM no es nada nuevo, ya lo «inventó» Michael Ende en su libro Momo. En él, relata la historia de Beppo Barrendero, que tiene que barrer diariamente una calle muy larga. Estas son sus sabias palabras:

« ¿Ves, Momo? A veces tienes ante ti una calle que te parece terriblemente larga que nunca podrás terminar de barrer. Entonces te empiezas a dar prisa, cada vez más prisa. Cada vez que levantas la vista, ves que la calle sigue igual de larga y te esfuerzas más aún, empiezas a tener miedo, al final te has quedado sin aliento. Y la calle sigue estando por delante. Así no se debe hacer. Nunca se ha de pensar en toda la calle de una vez, ¿entiendes? Hay que pensar en el paso siguiente, en la inspiración siguiente, en la siguiente barrida. Entonces es divertido: eso es importante, porque entonces se hace bien la tarea. Y así ha de ser. De repente, se da uno cuenta de que, paso a paso, se ha barrido toda la calle. Uno no se da cuenta de cómo ha sido, y no se queda sin aliento. »

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Comentarios (21)

  • Gran post y muy buen resumen de cómo es montar una empresa sin inversión en España. Me hace gracia pero hay muchas cosas parecidas con la experiencia de Weblogs SL. En especial lo del pacto de socios. Tampoco me canso de repetírselo a todo el mundo que me quiere oír.

    28 de octubre de 2015
  • Media mañana invertida en leer la entrada… con la cantidad de cosas que tengo que hacer hoy. Pero no podía dejarlo hasta el final. ¡Gracias por compartir tanto conocimiento y experiencia!

    29 de octubre de 2015
  • Excelente post, acertado en todo y 100% agree.

    29 de octubre de 2015
  • Bravo, Javi 🙂 Muy valiente

    29 de octubre de 2015
  • Muy buen artículo!!

    Os sigo desde los inicios y alegra saber que el proyecto sigue adelante.

    29 de octubre de 2015
  • ¡4 años yaaaa! :))

    29 de octubre de 2015
  • De lectura obligada si te han infectado con el virus del emprendimiento.
    Enhorabuena! Mucho más efectivo que decenas de libros y campañas oficiales que hablan de emprender pero no cuentan la verdad.

    30 de octubre de 2015
  • Muy útil

    30 de octubre de 2015
  • Muy muy útil, gracias

    30 de octubre de 2015
  • Un gran ayuda para ver con los pies en la tierra cómo es realmente montar una startup

    30 de octubre de 2015
  • Excelente artículo, soy emprendedor del e-commerce, ropa, (solo llevo unos meses) y tengo mucho por hacer así que tus consejos me han ayudado increíblemente. Veo que necesito un cambio de mentalidad y debo pensar en la siguiente barrida. 🙂
    Muchas gracias por el artículo, soy estudiante de la universidad de Málaga
    ¿Hay contenido sobre korea?
    Voy a abrirme una cuenta esta noche.

    30 de octubre de 2015
  • Sin querer o queriendo has logrado presentar una muy buena imagen de tu proyecto que un posible inversor atraiga. Te felicito por tu esfuerzo y creo que es un buen ejemplo a seguir

    31 de octubre de 2015
  • Muchas gracias por todos estos grandes consejos. Sobre todo cuando puedes ver lo que te va a pasar antes de que te pase. Próximas tareas: pacto de socios y contabilización de horas.

    Seguimos adelante.

    Un saludo desde Canarias.

    31 de octubre de 2015
  • Muy buen post Javi. Muy entretenido y didáctico.

    Enhorabuena!

    1 de noviembre de 2015
  • Consejos que sirven para cualquier proyecto a emprender. Muy interesante vuestro hilo.
    Yo en vez de imaginar la motivación como un oso que te persigue lo imagino como si tuviera un sombrero con un palo con una zanahoria pegada al final. ¡Un, qué rica la zanahora! Y trato de alcanzarla. No importa lo que tarde. Lo que importa es que la zanahoria sigue ahí mientras la mire y eso me hace caminar.

    2 de noviembre de 2015
  • Muchas gracias por compartir la experiencias vividas en http://erasmusu.com/, seguro que son muy útiles para alguien y le ahorran muchos dolores de cabeza.

    Lo mejor está por llegar. Ánimo!!

    2 de noviembre de 2015
  • ¡Genial, Javi! Como emprendedor me leo en buena parte de vuestras ‘vicisitudes’ (me falta la parte del equilibrio y el ‘lograrlo?). Un abrazo.

    2 de noviembre de 2015
  • Que pasada de post, me ha encantado! Perdona por tardar tanto en leerlo, estas navidades te lo compenso con una birra! 😉

    Sigue dandole cera! A dominar el mundo!

    10 de noviembre de 2015
  • Increible, me mandó este post u amigo de Suecia!!!, asi que hasta allí llegais!!!, muy interesante, gracias!!

    13 de mayo de 2016
  • Enhorabuena,
    por el post , tanto en lo que dices como lo que se intuye,
    enhorabuena
    un murciano

    10 de junio de 2016
  • Una gran lectura, para los que estamos solos en la montaña rusa. Y ya no sabemos si hablar con la impresora o volver a comprar otro dominio.

    27 de septiembre de 2017

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