Me cuesta creerlo, pero en poco más de dos semanas Laurie y yo estaremos en Japón. Durante los 3 meses que vamos a quedarnos, intentaremos vivir la experiencia al máximo. Aprovechar cada minuto que tengamos para sumergirnos de lleno en la cultura nipona. Despertarnos cada día para ver algo nuevo y totalmente distinto a lo que conocemos en Europa. Conocer gente, probar rarezas gastronómicas, memorizar frases en japonés que harán sonreír a cualquier que nos oiga, perdernos, encontrarnos… vivir al máximo.
No puedo esperar para estar allí.
¿Por qué?
Cuando me preguntan el porqué de mi atracción por Japón y por qué me he emperrado en pasar 3 meses de mi vida allí, nunca consigo expresarlo de forma coherente. La atracción que Japón tiene sobre mí es una sensación, y las sensaciones son complicadas de explicar. Pero voy a intentarlo con este post, el primero de una serie que recoja todo lo que vivamos durante nuestra aventura. Aunque una cosa está clara, diga lo que diga, mi madre va a seguir pensando que estoy loco 🙂
Japón impresiona
Para mi viajar es sentirme vivo. Mi pasión por viajar viene de mucho antes que mi amor por Japón, pero están intrínsecamente relacionadas. No habría una sin otra.
Laurie y yo, junto con algunos amigos, ya estuvimos en Japón hace 4 años. Hasta ese viaje, aparte de lo que había leído en el Blog de Kirai, yo desconocía casi por completo la cultura japonesa y su país.
De hecho, el viaje surgió de forma totalmente inesperada. Recibí un correo de un amigo que comentaba que habían salido unas ofertas que caducaban ese mismo día a varios destinos internacionales: New York, Buenos Aires, etc. Repasé la lista y vi que Tokyo estaba a 500€ ida y vuela. ¿Tokyo? ¿Donde Godzilla y el sushi? ¿Por qué no? En apenas una hora llamé y convencí a Laurie y dos amigos para que se animaran. Laurie a su vez convenció a otra amiga. Y los cinco compramos los billetes. Así de fácil. Tengo suerte de conocer gente tan loca como yo 🙂
Ese viaje a Japón, que duró 2 semanas y que organizamos gracias a estos consejos de Kirai, en principio simplemente iba a ser el viaje al destino más lejano que había hecho hasta la fecha. No sabía hasta que punto iba a dejarme con ganas de más.
Para mí Japón fue un antes y un después. Como ya he dicho, me cuesta mucho explicar qué me seduce tanto, voy a intentarlo con esta lista:
- Japón es diferente. Muy diferente. Eso es algo que respiras cada instante que pasas allí. Es de una diferencia tal que impresiona a cada momento, que ofrece cosas nuevas a cada instante. Que no te deja apenas respirar. Es como volver a tener 5 años, cuando el mundo era un asombro constante. No lo entenderás hasta que te pierdas de noche por Tokyo, con las luces de neón reflejándose sobre el asfalto húmedo y tus sentidos asaltados por el olor de la salsa de soja.
- Me atrae muchísimo la dualidad de Japón entre tecnología y cultura milenaria. Puedes perderte en Tokyo por Akihabara en edificios de siete plantas llenos de videojuegos, mangas y frikadas. Y el mismo día, puedes visitar un templo perdido en medio de un bosque de bambú y relajarte escuchando el sonido del agua en un jardín budista.
- Me seduce su mezcla de religiones. Budismo y Sintoísmo. De esta última, es algo mágico conocer su multitud de espíritus de la naturaleza, cuyos pequeños templos puedes encontrarte casi en cada esquina. Para mi es casi como entrar en la película del Viaje de Chihiro. Pero sus templos budistas y la filosofía Zen no se quedan cortos.
- Me impresiona la influencia del Do («el camino»). Los japoneses buscan la perfección en lo que hacen a lo largo de su vida. Por lo que suelen especializarse en algo muy concreto y consagrarse por entero a ello. Si quieres hacerte una idea de hasta qué punto te recomiendo el documental Jiro Dreams of Shusi
- Soy un geek, y Japón es el país de los geeks por excelencia. No soy lector de mangas ni un Otaku consumado. De hecho ni siquiera he visto Naruto y más allá de Dragon Ball y las pelis de Ghibli he visto muy pocas cosas. Pero aún así, el barrio de Akihabara, con sus infinitas tiendas, edificios y neones consagrados al manga, los vidiojuegos y la tecnología tiene una atracción enorme sobre mí.
- Su gastronomía. Aunque en España hay multitud de buenos restaurantes japoneses. Os puedo asegurar que por más que he buscado no he vuelto a tomar un ramen como el que probé en Kamakura. Y déjame un comentario si sabes de algún sitio que hagan okonomiyakis de calidad. Y esto sin contar la infinidad de bebidas y productos extraños que puedes encontrar allí. Aunque en esto si que ayudan los chicos de JaponShop.
Leo la lista y son solo palabras, no creo que haya conseguido transmitir lo que pretendía. Pero esa sensación sigue estando ahí. Japón me llama 🙂
¿Cómo te lo puedes permitir?
Este viaje es un sueño objetivo hecho realidad.
Hay una frase que escuché hace tiempo y me marcó profundamente: «No tengo sueños, tengo objetivos». No recuerdo donde la vi o de quién era la frase, pero realmente para mi supuso un antes y un después a la forma de pensar en mi futuro.
La palabra «sueños» ya indica de por sí algo casi utópico e inalcanzable, algo que conseguirás o no pero que no depende de ti. En cambio los «objetivos» son algo que te marcas personalmente y que puedes alcanzar, «solo» necesitas trabajar cada día para llegar a ellos marcándote metas concretas en el tiempo.
Este viaje es algo que fue gestándose poco a poco, conforme mis ganas por volver a Japón aumentaban. Y cuando tuve claro que quería volver, y esta vez por más tiempo, ya fue cuestión de empezar a ahorrar y marcarme una meta y fechas concretas. Si por mi fuera, habría ido más tiempo. Por desgracia lo máximo que me permite una visa turista son 3 meses. Eso sí, voy a hacer turismo a lo grande 🙂
Algo realmente importante es que tengo la grandísima suerte de que Laurie, aunque Japón no le seduce tanto como a mí, no solo me apoyó en este objetivo, sino que me acompañará en el viaje. Es muy importante que tu pareja te entienda en algo así, me siento afortunado de estar con ella.
Amplia tu círculo de confort y no te arrepentirás.
¿Qué planes tenéis?
Básicamente vamos a estar un mes en Tokyo (marzo), un mes viajado con el JR Pass (abril) y un mes aún no sabemos donde (mayo). Posiblemente de nuevo en Tokyo, o quizás en otra ciudad diferente.
Esta será nuestra casa en Tokyo. En las fotos se aprecia lo pequeñísimo que es el piso. ¡Agobio fuerte! 🙂
Durante el mes de viaje visitaremos algunos sitios nuevos y repetiremos algunos de los que ya estuvimos en nuestro viaje anterior: Hiroshima, Okayama, Kobe, Osaka, Kyoto, Gifu, Takayama, Nagoya, Kamakuray y Yokohama.
Blog de viaje
Hasta ahora no me había animado a escribir sobre mis viajes pero nunca es tarde para empezar.
Próximo post… ¡desde Japón! 🙂
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